Atendiendo la invitación que EFC – Economistas Frente a la Crisis nos hizo, redactamos un primer post explicando las características de este nuevo y revolucionario movimiento surgido hace poco tiempo y que algunos de nuestros consultores en BIKOnsulting lideran desde diferentes ámbitos.
Es Javier Goikoetxea, coordinador de la EBC en Euskadi, ponente y consultor quien nos introduce en sus principios como primer post al que seguirá otro donde se entrará en detalle sobre lo que es y como se utiliza la Matriz del Bien Común, herramienta principal de aplicación en las organizaciones.

Escribo por invitación de Economistas Frente a la Crisis para hablar de otra forma de economía. En este nuestro primer post no desarrollaré estudios profundos, ya tendremos tiempo porque seguro que nuestro camino juntos será largo.
Soy Javier Goikoetxea miembro de la Asociación “PlanBIKO por el Bien Komun”, vocal de empresas y consultor de la “EBC – Economía del Bien Común” y miembro fundador de la consultora “BIKOnsulting”, primera cooperativa por el Bien Común de España, mi forma de ser coherente con mis valores las 24 horas del día.
Hoy voy a hablaros de la “EBC – Economía del Bien Común”. Este es un movimiento surgido a raíz de la salida al mercado del libro de su mismo título y que fue escrito en el año 2.010 por el economista austriaco Christian Felber. Dicho libro fue descubierto por un grupo de industriales austriacos preocupados por la situación económica y social mundial, y pidieron reunirse con el escritor para desarrollar sus propuestas y profundizar en su aplicación. Es tal la aceptación de sus postulados que dicho libro ha sido record de ventas en diferentes países de Europa en muy poco tiempo. El movimiento se ha expandido de manera excepcional en los algo más de tres años que lleva dándose a conocer y llega ya a varios países de Europa y América, empresas (1.655), organizaciones (214), regiones (3), cargos políticos (62) y su mayor fuerza, los voluntarios (6.600). En España lleva dos años escasos y recientemente se ha fundado la Asociación Federal Española para el Fomento de la Economía del Bien Común.
Según una encuesta de la fundación Bertelsmann, el 80 por ciento de los alemanes y el 90 por ciento de los austriacos desean un nuevo orden económico. Tengamos en cuenta que estos países no se encuentran entre los de mayores índices de paro, por lo que la zona de confort de sus ciudadanos no está cuestionada, en principio. Un motivo para recapacitar y valorar que lo que la EBC propone es lo que la ciudadanía pide, un nuevo paradigma, el del Bien Común como objetivo de la economía. Un sistema que infiere una visión holística al sistema haciendo que lo económico, lo social y lo político se interrelacione.  No podemos seguir hablando del PIB como si este fuera el indicador exclusivo de la prosperidad de una nación, tenemos que tener en cuenta otros factores. Por muy elevado que sea el PIB de un país, con ese dato nunca sabremos si en ese país se condena a muerte, si ese país respeta o no las normas básicas medioambientales, si se conculcan los derechos humanos, si la igualdad entre seres humanos existe, si es o no democrático, etc. Tampoco podemos seguir hablando de competencia como el medio hacia el éxito cuando desde siglos sabemos que la colaboración mueve montañas. El éxito económico y la competencia son los timoneles de la deriva capitalista que ha llevado a la sociedad  hasta donde está.
A continuación indico los 20 puntos que son la columna vertebral de la EBC y que mejor esquematizan sus propuestas.
1- La Economía del Bien Común se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, coherencia, aprecio, democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.
2- El marco legal económico experimenta un giro radical, cambiando las reglas del juego de afán de lucro y competencia por cooperación y contribución al bien común: Las empresas que practican la cooperación serán recompensadas. En cambio el comportamiento competitivo conlleva desventajas.
3- El éxito económico no es medido por indicadores monetarios como el beneficio financiero o el PIB, sino con el BBC – Balance del Bien Común (a nivel de organizaciones) y el PBC – Producto del Bien Común (a nivel de sistema). El BBC se convierte en el balance principal de todas las organizaciones. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la actividad, mejores serán los resultados del BBC alcanzados. Mejorando los resultados del BBC de las organizaciones en una economía nacional, mejorará el Producto del Bien Común.
4- Las empresas con buenos BBC’s disfrutarán de ventajas legales: tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos, privilegios en compra pública y a la hora de reparto de programas de investigación, etc. La entrada en el mercado se verá, por tanto, más favorecida para actores éticos y sus productos y servicios, que los de los no-éticos, indecentes y no ecológicos.
5- El balance financiero será el balance secundario. El beneficio financiero pasa de ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar el ‘nuevo’ fin organizacional: La aportación al bien común. Los excedentes del balance financiero deberán utilizarse para: inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida, así como créditos sin intereses a organizaciones cooperadoras. No se utilizarán los excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la organización, adquisición hostil de otras organizaciones, inversión en mercados financieros (éstos dejarán de existir), o aportaciones a partidos políticos. En contrapartida, el impuesto sobre el beneficio empresarial será eliminado.
6- Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las organizaciones pueden orientarse hacia su tamaño sostenible. No tienen que temer ser adquiridas, o sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores beneficios. Todas las organizaciones están liberadas de la coerción de crecer y tragar.
7- Existiendo la posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño óptimo, habrá muchas organizaciones pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que crecer más, les será más fácil cooperar y practicar la solidaridad. Se pueden ayudar mutuamente con conocimientos, tecnología, pedidos, personal o créditos sin interés. Serán recompensadas con resultados del balance del bien común positivos. Las organizaciones van formando una red de aprendizaje solidaria, la economía se transforma en un sistema win-win.
8- Las diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas: Ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo en la organización. Propiedades que no excederán p. ej. de los 10 millones de euros; el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10 millones de euros por hijo. Los excedentes sobre estos límites serán repartidos a través de un “fondo de generaciones” como “Dote democrática” a las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor igualdad de oportunidades. (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica.)
9- En grandes organizaciones a partir de un elevado número de empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de “parlamentos económicos regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en empresas públicas.
10- Esto es igualmente válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes empresas de propiedad mixta. Por bienes democráticos entendemos instituciones económicas públicas en campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía, o comunicación: la infraestructura básica.
11- Un bien democrático importante es el banco democrático. Éste sirve, como todas las empresas al bien común y, como todos ellos, controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo con plusvalía social y ecológica. El Estado se financia primordialmente a través de créditos sin interés del Banco Central. El Banco Central obtiene el derecho exclusivo de la creación de dinero y efectúa las transacciones de capitales internacionales para impedir la evasión fiscal. Los mercados financieros actuales ya no existen.
12- Siguiendo la propuesta de John Maynard Keynes del 1944, se establece una cooperación monetaria global a base de una unidad de cálculo (p. ej. “globo”, “terra”) para el comercio internacional. A nivel local, monedas regionales pueden complementar la moneda nacional. Para protegerse de la competencia injusta, la UE inicia una zona de comercio justo (Zona del Bien Común) con estándares armonizados o con tarifas aduaneras correlacionadas con el resultado del BBC de la empresa productora. A largo plazo, la meta es una Zona del Bien Común en la ONU.
13- A la naturaleza se le concede un valor propio, por lo cual no puede transformarse en propiedad privada. Quien necesite un espacio de tierra para vivir, agricultura o comercio, se le cede una superficie limitada de forma gratuita o pagando una tasa de utilización. El uso de la tierra está condicionado a criterios ecológicos y al uso concreto. Esto será el final de la especulación inmobiliaria, el “landgrabbing” (apropiación de grandes superficies por multinacionales u otros países) y el latifundismo. En contrapartida, se anula el impuesto sobre el terreno.
14- El crecimiento económico deja de ser un fin. Un nuevo objetivo será la reducción de la huella ecológica de personas privadas, organizaciones y naciones, hacia un nivel globalmente sostenible y justo. El imperativo categórico de Kant será extendido a la dimensión ecológica. Nuestra libertad de elegir un estilo de vida determinado encuentra su fin cuando limita la libertad de otros a elegir el mismo estilo de vida o por lo menos llevar una vida digna. Personas y organizaciones serán incentivadas para medir su huella ecológica y reducirla a un nivel globalmente sostenible y justo.
15- El horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la meta deseada por decisión de la mayoría ej. 30 a 33 horas semanales. De este modo queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran importancia: las relaciones y cuidados (niños, enfermos, ancianos), el crecimiento personal (desarrollo de la personalidad, arte, hobbies, ocio), el trabajo en la política y actividades públicas. Como consecuencia de este reparto más equilibrado entre las distintas actividades, el estilo de vida se hará más eficiente, menos consumidor, y más sostenible.
16- Cada décimo año de trabajo se tomará un “año sabático” que será financiado a través de un salario mínimo incondicional. Las personas pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga la tasa de desempleo en el mercado de trabajo en un diez por ciento, si fuera en la Unión Europea.
17- La democracia representativa será completada por la democracia directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por sí misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras de abastecimiento: ferrocarril, energía, agua, correos, bancos. En una democracia real son idénticos los intereses de los representantes y los de la ciudadanía soberana. Son requisitos constitucionales para ello los derechos de co-legislar y de controlar de la ciudadanía soberana.
18- Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con el respaldo de la ciudadanía soberana. Aparte de la asamblea económica del bien común puede haber otras convenciones para profundizar la democracia: asamblea para la educación, asamblea para los medios de comunicación o una asamblea para el desarrollo de la democracia.
19- Para afianzar en los niños los valores de la Economía del Bien Común y poderlos practicar, el sistema de educación debería estar orientado igualmente hacia el Bien Común. Esto requiere otra forma de enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo: el estudio de las emociones, la ética, la comunicación, la educación democrática, la experiencia de la naturaleza y la sensibilización corporal.
20- Debido a que en la Economía del Bien Común, el éxito organizacional posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, se demandan otras competencias de gestión. Las empresas ya no buscan los gerentes más duros ni los ejecutivos de la “eficiencia cuantitativa”, sino a los más responsables y socialmente competentes, los más empáticos y sensibles que consideran la codeterminación como una oportunidad y un beneficio para todos.
Para acabar diremos que la Economía del Bien Común no es ni el mejor de los modelos económicos ni el final de una historia, sólo el paso siguiente hacia un futuro más sostenible, justo y democrático. Se trata de un proceso participativo, de desarrollo abierto que busca sinergia con procesos similares como: la economía solidaria, la economía social, el movimiento de bienes comunes, la economía del decrecimiento o la democracia económica. Juntando sus esfuerzos, una gran cantidad de personas y actores son capaces de crear algo fundamentalmente nuevo. La implementación de la visión requiere motivación intrínseca y autorresponsabilidad, incentivos económicos, un orden político-legal coherente, así como concienciación. Todas las personas, organizaciones y comunidades están invitadas a participar en la reconstrucción de la Economía hacia el Bien Común.
En el próximo post desarrollaremos la MBC – Matriz del Bien Común, herramienta facilitadora del Balance del Bien Común y explicación a la puesta en valor de todo lo dicho hasta ahora y veremos un ejemplo práctico de una empresa por el Bien Común, BIKOnsulting.
Hasta entonces,
Salud y Bien Común.
Consultor: Javier Goikoetxea