«El arma más potente en las manos del opresor es la mente del oprimido» (Steve Biko).
Son muchas las personas que se interesaron en su momento por el significado del nombre «PlanBIKO», la asociación que sirvió de punta de lanza para poner en marcha la cooperativa BIKO. Unas cuantas creían y siguen pensando que la palabra BIKO deriva de nuestro lema primigéneo, “por el BIen KOmún”, aunque no sea exactamente así. Otras incluso nos preguntaban, y aún lo hacen, por qué ponemos la palabra “Komun” con “K”.
Pues bien, nuestra inspiración llegó de un activista antiapartheid, Steve Biko. Biko fue el fundador del llamado Movimiento de Conciencia Negra y gran colaborador de Nelson Mandela, aunque su relación nunca se haya tratado en términos colaborativos. Nos explicamos.
Mientras Mandela intentaba «educar» a los blancos luchando contra sus actos, Steve BIKO luchaba intentando «educar» a los negros para que no reaccionaran de la misma forma que los blancos en represalia por las injusticias que cometían. Esta colaboración, probablemente no programada, sin duda fue el éxito que hizo que Sudáfrica cambiara su rumbo.
Parte del enfoque del Black Consciousness Movement (BCM) era su creencia en que la liberación negra no vendría sólo imaginando y luchando por los cambios políticos estructurales, tal y como preconizaban otros movimientos, sino que también se produciría a través de una transformación psicológica en la mente de la comunidad negra. En este punto podemos cambiar las palabras “comunidad negra” por la de “personas” y encontraremos la esencia de BIKO, cooperativa por el bien común.
No podemos esperar que la situación actual, el sistema, cambie desde arriba. Quienes debemos cambiar somos las personas y tanto el PlanBIKO entonces como la cooperativa BIKO ahora es lo que proponen: cambiar nuestra manera de pensar y por lo tanto de actuar con pequeños gestos, para provocar el cambio en los estamentos de poder existentes.
«Si somos libres en el corazón, no habrá cadenas hechas por el hombre con fuerza suficiente para sujetarnos».
STEVE BIKO.
Fundador del llamado movimiento de Conciencia Negra, es considerado uno de los más importantes activistas sudafricanos antiapartheid. Bantu Stephen Biko nació el 18 de diciembre de 1946 en Ginsberg, un poblado a las afueras de la ciudad de King William’s Town, en el este de Sudáfrica. Se educó en la Escuela Secundaria de Forbes Grant y en Lovedale College, y obtuvo su bachillerato en Marian Hill, una institución de la Iglesia Católica. En 1966 inició la carrera de Medicina en la Universidad de Natal.
Biko fundó en 1969 la Organización de Estudiantes Sudafricanos (SASO), que comenzó a ofrecer asistencia médica y legal a comunidades negras y a impulsar la creación de pequeñas empresas. En 1972 participó en la fundación de la Convención de Pueblos Negros, que reunía a más de 70 asociaciones. Una de ellas era el movimiento estudiantil que estuvo en el centro de uno de los episodios más sangrientos del apartheid: la protesta de niños y adolescentes negros que exigían lecciones en sus propias lenguas, y no en el lenguaje oficial de los blancos, el afrikaans.
Los llamados levantamientos de Soweto costaron la vida de más de 100 menores, entre ellos Hector Peterson, de 13 años. La foto de Peterson ensangrentado en los brazos de su hermano dio la vuelta al mundo y se transformó en uno de los símbolos de la lucha contra el apartheid.
En 1973 Biko fue sometido al régimen de «prohibición» utilizado por el gobierno para silenciar a los opositores. Se le impidió salir de King Williams Town y hablar o escribir sobre sus ideas políticas. Biko desafió la prohibición más de una vez, asistiendo a reuniones políticas y pronunciando discursos.
Fue arrestado e interrogado en numerosas ocasiones, la última tuvo lugar en agosto de 1977. Biko, ya entonces casado y con dos hijos pequeños, regresaba de un mitin político y fue detenido en Port Elizabeth. De acuerdo a testimonios prestados ante la Comisión de Verdad y Reconciliación dos décadas después, «Biko sufrió una lesión en la cabeza durante un interrogatorio, luego de lo cual actuó extrañamente y no cooperaba. Los doctores que lo examinaron (desnudo, sobre una estera, encadenado) ignoraron señales claras de daño neurológico».
El 11 de septiembre Biko entró en un estado de semiinconsciencia y el médico recomendó trasladarlo a un hospital. No fue, sin embargo, ingresado a un hospital local. La policía lo trasladó 1.200 Km. hasta Pretoria, donde, desnudo y solo en una celda, el líder africano falleció de daño cerebral. Tenía 30 años.
Artículo de Javier Goikoetxea, socio cofundador de BIKO.
Fuentes: Wikipedia y www.casafrica.es