En éste blog hemos hablado ya de los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas para 2030, del Dictamen del Consejo Económico Europeo (CESE) favorable a la implantación de la Economía del Bien Común en la estrategia Europa 2020 y de los 20 puntos de la Economía del Bien Común (EBC). Ahora vamos a entrelazarlo todo realizando una buena ensalada, plato principal de la dieta mediterránea que esperamos sea en un futuro parte de la dieta mundial.
Tenemos el bol, ahora vamos a definir los ingredientes.
Las propuestas e intenciones de los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible aprobados por los193 Estados Miembros de las Naciones Unidas, vienen ofrecidas con leves atisbos de implementaciones válidas, en general dejando en manos de cada país y/o región sus aplicaciones. Esto hace que no se pueda concretar una estrategia de actuación global, dejando en manos de la buena fe de cada región su consecución. El escenario futuro que propone la EBC en su conjunto es precisamente ese, el de la buena fe, pero la situación mundial en la que cada vez la pérdida de valores es más clara, pide que se accione una estrategia de actuación única. La resolución, como decimos consensuada es un ejercicio a futuro de buenas voluntades, se apoya en materia de financiación enLa agenda para la acción de Addis Abeba, algo que no había pasado con los Objetivos del Desarrollo del Milenio – ODM y que resulta muy destacable. Si bien es cierto que no habla de herramientas holísticas que nos sirvan para medir la situación de partida y que nos permitan la consecución de los 17 objetivos y las 169 metas que se proponen, si se habla de que se crearán indicadores a nivel mundial para Marzo del 2016 y que se unirán a los indicadores que cada nación o región cree a tal efecto.
La EBC es un movimiento que nace y crece, de y para la persona, lo que complementa el papel de la ONU como observador y promotor de iniciativas tendentes a mejorar el mundo y que sin poner en el centro a las personas no podrían prosperar. Lástima que la ONU en sus ODS apenas hable de VALORES, solamente los menciona en el punto 36 y de forma muy poco precisa:
Nos comprometemos a fomentar el entendimiento entre distintas culturas, la tolerancia, el respeto mutuo y los valores éticos de la ciudadanía mundial y la responsabilidad compartida”.
Podríamos decir que estos objetivos serán más factibles en las regiones donde más humana sea la comunidad.
Dejamosaquí el enlaceque la propia ONU ha dejado con las preguntas más frecuentes (FAQ) sobre los ODS y que es un buen resumen de todo lo que representan.
En cuanto al Dictamen sobre la EBC del Consejo Económico y Social Europeo y entendiendo que el CESE trabaja dentro del marco europeo, se perfila como lo que sería una buena posibilidad de avance hacia los ODS que Europa como región puede acometer, pudiendo llegar a ser decisivo si se implementara en la estrategia de la ONU. La EBC propone colaboración, por lo que éste sería un buen motivo para que Europa fuera tractora de la estrategia ODS.
No obstante esto, la realidad nos induce a pensar que de momento será muy difícil, teniendo en cuenta que la UE se encuentra en un momento de gran crisis identitaria. También es de observar se hace mención expresa sobre la importancia que tiene cambiar el paradigma del dinero como meta, a verlo como medio (punto 3.2).
Algo que también debemos tener en cuenta es que si el dictamen del que hablamos ha sido posible por la actuación directa de miembros de la EBC, que han trabajado desde abajo para hacer que diferentes actores europeos se implicaran llevando sus propuestas hasta el CESE, es muy fácil entender que la forma más eficaz de que la ONU apostara por esta vía como una de las posibles para conseguir los ODS, es que la UE lo planteara y ofreciera abiertamente a todo el mundo.
Una de las grandes esperanzas de este dictamen es la de la viabilidad claramente indicada de crear un marco jurídico dentro de la UE. Este paso sería un logro importantísimo en el avance hacia la consecución del Bien Común.

Los 20 puntos de la EBC son aproximaciones a lo que desde dicho movimiento se propone. Dichas propuestas se encuentran englobadas, detalladas y actualizadas en el libro “La Economía del Bien Común” (Deusto 2015 – ampliada y actualizada). Como pasa en todos los casos dentro de la organización, son propuestas vivas que se irán enriqueciendo con el paso del tiempo, la experiencia, el debate interno y que serán recogidas en futuras ediciones.

También debemos tener en cuenta que muchos temas que aparentemente no tienen presencia en los 20 puntos como por ejemplo la igualdad, si se puede encontrar en el análisis que la matriz hace gracias a sus 17 indicadores y 68 sub-indicadores. Por lo que el punto 3 que habla del Balance del Bien Común a nivel micro y el Producto del Bien Común a nivel macro, completa de manera amplia el espectro de temas de relevancia. Añadamos a este análisis el punto 1, prioritario y eje central de la propuesta de la Economía del Bien Común, modelo que se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones, confianza, cooperación, aprecio, democracia, solidaridad.
CONCLUSIÓN:
Tenemos muy claro que la sociedad en su conjunto reconoce que no estamos haciendo bien las cosas, que debemos cambiar el rumbo. Cada día con más fuerza, los ciudadanos declaran su preocupación por la deriva que la situación mundial está tomando y piden un cambio en la manera de ver y hacer las cosas. La cercanía de este cambio en la manera de ver y hacer las cosas lo explica la sola evolución de los Objetivos del Desarrollo del Milenio – ODM, hacia los Objetivos del Desarrollo Sostenible – ODS.  Los primeros se centraban en los síntomasde la agenda social y los segundos se centran en las causasbásicas de los problemas para un desarrollo sostenible, en lo económico, lo social y lo ambiental.
La visión de los ODS como metas, el Dictamen del CESE como aval y las propuestas de la EBC como herramientas estratégicas, hacen que nuestras esperanzas crezcan y se asienten, en la confirmación de que son la respuesta a la demanda cada vez más creciente de la sociedad hacia la necesidad de un cambio en el sistema hacia el Bien Común. Preguntémonos sino ¿de qué iban a haber salido estas propuestas? Sin duda alguna esto nos confirma algo que la EBC defiende: que es el pueblo soberano el que puede y debe cambiar las cosas.
Si mezclamos los ingredientes y ponemos la ensalada en la mesa, solo tendremos que esperar a que todos los comensales se sienten a compartirla y a disfrutarla. ¡Buen y común provecho!